junio 05, 2012

Soy mi propia religión, mi soberano, yo me enseño.
Pretendo ser real y todavía soy un sueño. 
Soy mi propio enemigo y me importa la derrota. 
Tu mirada se me nota, es mi cáscara y mi ropa. 
Yo soy aun no soy mío y aunque quiera ser mi dueño envejezco y me hago grande y todavía no me tengo. 
Soy mi dolor, soy mi condena. 
Soy el veneno de mis venas. 
Soy mi remedio, soy mi cura, la enfermedad es mi cordura.
Tengo duras las pupilas, tengo corta la mirada y si en el fondo hay algo bueno, lo imagino, no lo veo. 
Tengo celos, tengo envidia, tengo bronca y me lastimo; no piensen que soy humilde, yo solo me subestimo. 
Y aunque me parezca a todos y me confunda con la gente, soy como nadie soy diferente, soy mi maestro, mi referente. Soy, lo que siento, lo que me pasa. Soy, como nadie, soy diferente. Yo soy mi dios, mi referente. Soy legal, clandestino, un cordero y un asesino. Munición sin escopeta, un caballo salvaje en una carreta. Soy leal, soy celoso, tengo códigos, como un mafioso.