marzo 13, 2012

Te regalo una promesa, enredada en tu sonrisa. Eterna como brisa, callada y turbulenta.
Te regalo una promesa, de ojos que no lloran. Con tu voz de alegría, ya lo malo se borra.
No sé cómo decirte, mi bien, que no tengo nada. No sé cómo decirte, mi amor, que ya no hace falta. No sé cómo explicarte por qué tanta alegría. Y con las manos vacías, te regalo una promesa.
Te regalo una promesa, que parece una mentira.
Te regalo mi vida, que parece que aún empieza.
Te regalo una promesa, con el alma desnuda.